Washington, 25 de febrero de 2022 (OPS) – La Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a países de las Américas a intensificar la vigilancia de enfermedades después de inundaciones con el fin de identificar y controlar rápidamente brotes que pueden tener graves repercusiones en la salud pública.
En una alerta epidemiológica, la OPS señaló que las fuertes lluvias que ya han causado graves inundaciones en Colombia, Brasil, Perú, Ecuador y la República Dominicana, entre otros, podrían continuar hasta marzo debido al fenómeno meteorológico de La Niña y suponer una carga adicional para los sistemas de salud, ya sobrecargados por la COVID-19.
Las inundaciones y los deslizamientos de tierra pueden causar interrupciones en el suministro de agua y en los sistemas de alcantarillado, la contaminación de los cultivos y los alimentos, y el desplazamiento de las poblaciones a refugios improvisados, donde están expuestas al hacinamiento, a la falta de saneamiento y a otros factores de riesgo, indica la alerta de la OPS.
Las medidas de prevención y control de infecciones son fundamentales en estos refugios para reducir la probabilidad de que la COVID-19 se propague y se produzcan brotes de otras enfermedades.
Entre los eventos de salud habituales tras las inundaciones se encuentran las enfermedades diarreicas agudas y la leptospirosis por exposición al agua contaminada. El tratamiento temprano y adecuado de estas enfermedades puede salvar vidas.
La OPS recomendó que los países establezcan sistemas de alerta y respuesta tempranas para detectar brotes y eventos de salud que requieran una respuesta inmediata. Las fuentes de información para estos sistemas incluyen la vigilancia de enfermedades, la vigilancia basada en la comunidad, las observaciones ambientales y ecológicas, y la información sobre el comportamiento relacionado con la salud, como la venta de medicamentos y productos.
El agua contaminada después de las inundaciones requerirá medidas de prevención, desinfección y comunicación, y la OPS recomienda que las autoridades de salud locales implementen un monitoreo continuo de la calidad del agua para el consumo humano y la preparación de alimentos, y proporcionen agua segura en cantidades suficientes e información adecuada a la población.