Washington, D.C., 7 de abril de 2021 (OPS) – Después de dos años de la pandemia de COVID-19 con millones de vidas perdidas debido al virus, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, conmemoró el Día Mundial de la Salud haciendo un llamado a la protección urgente del medio ambiente y destacó cómo la salud del planeta está vinculada a la nuestra.
“La llamada triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, está afectando a la salud de todas las personas, así como a nuestro planeta. Estos efectos se ven amplificados por las deficiencias de las infraestructuras y los sistemas sanitarios para prevenir enfermedades y responder eficazmente a las crisis, los desastres y las emergencias”, dijo la Directora en un evento de alto nivel en línea titulado “Nuestro planeta, nuestra salud”, al que asistieron más de 400 participantes.
Varios ministros de salud de la región, entre ellos la Dra. Carla Vizzotti, Ministra de Salud de Argentina, el Dr. José Manuel Matheu, Secretario de Salud de Honduras y el Dr. Christopher Tufton, Ministro de Salud y Bienestar de Jamaica, participaron en el evento virtual de la OPS para conmemorar el día, al igual que la Dra. Jacqueline Álvarez, Directora para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Centrándose en las Américas como una de las regiones más desiguales del mundo, “donde la desigualdad de la riqueza, la desigualdad política y la desigualdad social son rampantes”, la Dra. Etienne destacó que “se deben realizar esfuerzos adicionales de transformación para proteger la salud de las poblaciones más vulnerables de los riesgos ambientales”.
“En las últimas tres décadas, hemos sido testigos de una acción mundial concertada para construir un planeta sostenible. Durante este período, hemos observado mejoras en los servicios de salud y en la salud de los pueblos de la Región de las Américas”, dijo la Directora de la OPS. La colaboración intersectorial entre los sectores de la salud y el agua y el saneamiento, por ejemplo, ha reducido el riesgo de mortalidad entre los niños menores de 5 años de 219 a 23 muertes por cada 100.000 habitantes, es decir, se han salvado 1,8 millones de vidas jóvenes desde 1990″, añadió la Dra. Etienne.
Sin embargo, se calcula que cada año en las Américas se producen un millón de muertes prematuras atribuibles a riesgos medioambientales evitables. La contaminación atmosférica, el agua contaminada, el saneamiento inadecuado, incluida la gestión de los desechos sólidos, los riesgos relacionados con ciertos productos químicos peligrosos y los efectos negativos relacionados con el cambio climático son las amenazas ambientales más urgentes para la salud pública en la Región.
“El tema del Día Mundial de la Salud de hoy -Nuestro planeta, nuestra salud- es un llamado a una recuperación verde y saludable de la pandemia del COVID-19, que sitúa la salud de las personas y del planeta en el centro de las acciones y fomenta un movimiento para crear sociedades centradas en el bienestar”, añadió la Dra. Etienne, convocando a los Estados Miembros para que vuelvan a comprometerse con la solidaridad regional y refuercen las acciones individuales y colectivas para proteger mejor la salud de la región.
Para ayudar a los países a avanzar en el cumplimiento de los desafíos ambientales y de salud, la OPS lanzó el año pasado la Agenda para las Américas sobre Salud, Medio Ambiente y Cambio Climático, 2021-2030, dijo. La Agenda beneficiará a todos los países y territorios, entre otras cosas, mediante la promoción de prácticas de buena gobernanza, el fortalecimiento de las funciones de liderazgo y coordinación en el sector de la salud y el fomento de la acción intersectorial.
“El futuro depende de nosotros, ya que no solo somos los custodios de hoy, sino los arquitectos del mañana”, concluyó la Dra. Etienne.
Información adicional para la prensa:
- Aproximadamente 431 millones de personas en la Región de las Américas todavía no tienen acceso a un saneamiento seguro, y de esta cifra, 9,9 millones todavía practican la defecación al aire libre; 161 millones de personas todavía no tienen acceso al agua potable, lo que provoca unas 30.000 muertes evitables cada año.
- La contaminación del aire doméstico y ambiental está relacionada con casi 320.000 muertes evitables al año en la Región debido a derrames cerebrales, enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares y cáncer. En todo el mundo, casi 80 millones de personas siguen dependiendo de combustibles contaminantes, como los combustibles sólidos o el keroseno, para satisfacer sus necesidades de iluminación, cocina y calefacción, un problema que afecta de forma desproporcionada a las mujeres y los niños.
- La población sigue expuesta a sustancias químicas peligrosas, como el mercurio, el plomo y los pesticidas, que no sólo ponen en peligro la salud de las personas directamente expuestas, sino también la de los niños no nacidos, que pueden sufrir efectos nocivos durante toda su vida.
- Los fenómenos meteorológicos extremos pueden aumentar directamente la prevalencia de algunas enfermedades y causar lesiones y muertes. Además, los patrones climáticos cambiantes pueden modificar la salud humana, al exacerbar la inseguridad alimentaria y del agua y la migración de la población, comprometer la salud mental y alterar los patrones habituales de transmisión de enfermedades zoonóticas y transmitidas por el agua. Las personas que viven en la pobreza, en condiciones precarias de vivienda en pequeñas islas y zonas costeras, corren un mayor riesgo debido a la mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos y a la subida del nivel del mar, junto con una menor capacidad de adaptación.
- Cada vez se reconocen más los nuevos peligros para la salud relacionados con el medio ambiente: por ejemplo, la exposición a las sustancias presentes en los residuos electrónicos, los efectos ambientales y sanitarios de los micro y nano-plásticos, y el aumento de la resistencia a los antimicrobianos, entre otros.